Diego F. Machin
Serie azul
La medida de un dripping.
El mapeo de lo informe
Los procesos de trabajo:
El dripping en la obra constituye un punto de partida, cuyo resultado final es impredecible.
Esta, básicamente es la razón por la cuál la obra se vuelve informe, y donde no existen parámetros geométricos que regulen alguna idea sobre el espacio, la profundidad y el volumen.
Sin embargo, la obra escapa a cualquier tipo de lectura bidimensional que se pueda hacer sobre ella.
Por el contrario, se trabaja con texturas y matices aportados por el material de trabajo. El sustrato está formado por revoque plástico, lo que permite que la obra tenga una lectura prácticamente tridimensional, hasta olvidar, tal vez, que se trata de cuadros.
El acotado se lleva a cabo como recurso para intentar congelar el movimiento de la pintura.
Darle medida es también darle dimensión.
Implica el reconocimiento del alcance del trazo, la forma anárquica sujeta a medición.
Observada,
examinada,
congelada en un momento y sometida a otras leyes diferentes de las que la originaron.
El dripping es tomado como evidencia sobre el sustrato, para diseccionarlo y fragmentar la totalidad.
El dripping puede ser visto en capas, superiores y de base.
Constituye un acto donde la pintura se vuelve reflexiva a posterior.
Lo que prima es el golpe estético causado.
Es lindo o es feo.
Perturba o tranquiliza.
Pero inevitablemente y a los ojos del observador, inquieta e incomoda.
El acotado pretende funcionar como la documentación de un proceso.
La forma dibujada copia el contorno de los trazos dejados por la pintura.
La pintura se adapta al sustrato que la soporta, encontrando a su paso una superficie rugosa, buscando su recorrido hasta quedar detenida en un punto.
Es ahí donde se vuelve inmutable.
La obra se vuelve concreta al tomar dimensión.
Es figurativa en tanto representa lo abstracto.
Lo abstracto se cristaliza, y se vuelve forma.
Al volverse forma, puede ser comparada.
La distancia que supone una forma no conocida es lo que puede poner en crisis la idea de representación.
El dripping, en si no representa nada más que un momento del hacerse de la obra.
Pero a su vez, al darle dimensión real por medio de la medida, se vuelve objeto.
Comparable con formas conocidas, lo que la puede volver figurativa.
El acotado es una decisión.
Es darle nuevos parámetros para dominar a la obra.
Esquiva en sus trazos, no obstante encuadrada en su medida.
El color:
Esta serie azul trabaja con la combinación aleatoria de los distintos tonos que ofrece el color, aunque también complementado con tonos de grises, azul y blanco.
El azul da cierta idea de magnetismo y profundidad…
Se trabaja con una base en un plano inclinado, sobre la cuál luego se empieza a volcar la pintura, que va recorriendo las hendiduras dejadas por la textura del sustrato.
Los colores se superponen y mezclan, dando por resultado la cristalización de lo inesperado, y la forma final